miércoles, 6 de abril de 2016

La colombiana que fue condenada a 22 años de prision por vender la V*RGIDAD de su hija por 98 dolares.

La necesidad tiene cara de erege pero vender la V*RGIDAD de tu hija por 98 dolares es irce al extremo.


Una mujer colombiana fue condenada por un juzgado de Bogotá a 22 años de prisión por vender por el equivalente a 98 dólares la V*RGIDAD de una de sus hijas, informaron fuentes judiciales.


La madre si se le puede llamar asi fue  condena por “proxenetismo” y “explotación s3xual” del Juzgado 35 Penal Municipal de Bogotá fue emitida contra Margarita de Jesús Zapata, informó la Fiscalía en un comunicado.
Aparte de la menor la mujer tiene otros 12 hijos, “ofreció por 300.000 pesos (unos 98 dólares) la virginidad de su hija de 12 años de edad, quien denunció los hechos ante las autoridades”, añade la información, que no precisa el año en que ocurrieron los hechos. 
El juzgado también condenó a 12 años de cárcel a Tito Cornelio Daza, que según las investigaciones pagó los 98 dólares por la virginidad de la menor, que quedó embarazada. 




 

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2 comentarios:

  1. Es aberrante la conducta de algunas personas como la de la noticia, pobre niña con esa mujer que la concibió, pero a quien no se le puede llamar madre, este es un nombre demasiado sublime para esa depravada mujer. Gracias a Dios que la menor tuvo el valor de denunciar. Y ese poco o nada hombre que pagó, es menos que un animal, cobarde que no es capaz de enamorar a una mujer adulta y tener una relación sana. Que sobre ellos caiga todo el peso de la le humana y divina. Que horror

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  2. Es aberrante la conducta de algunas personas como la de la noticia, pobre niña con esa mujer que la concibió, pero a quien no se le puede llamar madre, este es un nombre demasiado sublime para esa depravada mujer. Gracias a Dios que la menor tuvo el valor de denunciar. Y ese poco o nada hombre que pagó, es menos que un animal, cobarde que no es capaz de enamorar a una mujer adulta y tener una relación sana. Que sobre ellos caiga todo el peso de la le humana y divina. Que horror

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